viernes, abril 29, 2005

Día Internacional del Trabajador: "No hay equidad sin igualdad de oportunidades"

Con respecto a la celebración del Día Internacional del Trabajador, la senadora Amanda Isidori manifestó que "trabajar es una de las formas de relación de los seres humanos con el mundo y la naturaleza más antigua y transformadora. Pero en un mundo sin equidad, hoy, y a lo largo de la historia, se desperdicia la capacidad creadora y liberadora de quienes no están en los ejes de poder; de quienes no pueden usar su voz propia, que no gozan del producto de su propio trabajo, y que -casualmente- son en su inmensa mayoría, las mujeres".
En tal sentido, señaló que "del universo de personas en condiciones de pobreza, explotadas, y cuyas capacidades no tienen oportunidad de desarrollarse en beneficio propio, de sus familias y sus comunidades, una gran mayoría son mujeres. Es un terrible desperdicio para la sociedad cuyo costo pagamos todas y todos aunque no nos demos cuenta".
"En Argentina tres millones de hogares son mantenidos por mujeres por distintos motivos; porque sus hogares carecen de presencia masculina, porque necesitan un ingreso y así aceptan trabajar en negro, en horarios inestables y de poco pago. Porque son quienes tienen el saber ancestral de manejar recursos escasos, mantener las hornallas encendidas y las ollas llenas y por eso son capaces de realizar con coraje y habilidad oficios nuevos que en sus vidas no tuvieron o no pudieron aprender. Su aporte económico es considerable", agregó la senadora rionegrina.
Sobre el trabajo reproductivo, el trabajo que hace posible la vida y la reproducción de la vida, dijo que "la estructura de nuestros hogares muestra con claridad sobre quienes cae el peso de ese trabajo, hasta no hace mucho tiempo considerado "no trabajo". La conciliación de hombres y mujeres y democratización de las responsabilidades domésticas es un paso indispensable para una sociedad realmente democrática".
También, llamó la atención sobre quienes están preocupados exclusivamente en el crecimiento económico y propuso "recordarles que no hay equidad sin igualdad de oportunidades, no hay justicia sin distribución equitativa y ningún pueblo puede acceder al desarrollo si la mitad de su gente está desperdiciada en sus potencialidades".
En esta fecha emblemática es oportuno reflexionar sobre estas relaciones de poder, sobre el trabajo y la aspiración de un mundo más justo, con igualdad, en el que todas las personas sin diferencias de sexo puedan desarrollar creativamente sus capacidades, aportar a sus comunidades y participar con equidad en el reparto de beneficios.