martes, agosto 08, 2006

“Otro método de anticoncepción”

Nota de opinión, por Amanda Isidori

En pocos días debatiremos en el Senado de la Nación el proyecto de ley de anticoncepción quirúrgica aprobado en Cámara de Diputados.
Hubo que hacer un largo camino para llegar hasta aquí dejando atrás miles de mujeres y hombres obligados refinadamente a tener hijos que por distintas razones no anhelaban, hijos que vinieron al mundo sin ser deseados, en todos los casos personas cuyos derechos fueron desconocidos.

En Río Negro la Ley 3.448 vigente desde junio de 2001 habilitó a los profesionales de la Salud a realizar anticoncepción quirúrgica. Fue un proceso en el que las legisladoras Delia Dieterle, María Inés García y quien escribe no estuvimos solas, nos sostuvo un movimiento de mujeres que reclamando por su derecho a decidir lograron un histórico fallo judicial en septiembre de 2000.

Embarazos no deseados son hijos no deseados, vidas lastimadas. De mujeres y varones que ven truncados sus proyectos, hijos no suficientemente amados, que no reciben los cuidados y el amor al que tienen derecho y en el peor de los casos resultan víctimas de toda clase de maltratos. Esta es una cuestión práctica, tan evidente y lapidaria que no merecería discusión.

Más allá, está la cuestión de los Derechos y Valores en juego. En primer lugar: no es esterilización, es otro método de anticoncepción, los avances médicos hoy permiten restituir funciones de los órganos reproductivos en más de un 80 % de los casos.

Que en los hospitales públicos puedan faltar recursos para efectuar correctamente la ligadura tubaria o vasectomía -o su recanalización- no puede ser argumento para sostener su irreversibilidad.

La incapacidad del estado para brindar la mayor calidad de prestaciones científicamente disponibles no debería servir de argumento para fundamentar el cercenamiento de un derecho.

Aún si fuera esterilización le asiste a la persona el derecho a decidir sobre su cuerpo y procreación. Un derecho que no puede ser subrogado por ninguna institución, Estado o confesión religiosa; responde a la convicción íntima.

Prácticas invasivas probadamente peligrosas para la salud son aceptadas: liposucción, lifting, prótesis de siliconas, cirugías en que se liman y quiebran huesos de mandíbulas y tabiques nasales, y costillas para estilizar el talle. Los principios se adaptan caprichosamente para aceptar unas prácticas y rechazar otras.

Ya es tiempo de habilitar la anticoncepción quirúrgica, trece provincias tienen leyes de Salud Sexual y Reproductiva, ocho ya sancionaron a favor de la anticoncepción quirúrgica.

En junio del 2004 invité a las coautoras de la ley rionegrina a un seminario en el Senado y más de cien personas debatieron arduamente el tema. No es la primera vez que resuena en las paredes del Senado pero es la primera vez que tenemos la oportunidad de reparar el olvido de derechos que ha pesado sobre los cuerpos y las vidas de hombres y mujeres.