miércoles, junio 22, 2005

Por los derechos de los autores argentinos

La senadora Amanda Isidori presentó un proyecto de ley que atribuye a la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) las facultades de percepción y distribución de los derechos de autor que devengue la explotación de las obras literarias; y concede a esa asociación, el poder de contralor sobre la cantidad de ejemplares editados de cada obra, su distribución y su comercialización, algo que individualmente los escritores no pueden hacer.
En la actualidad, la importantísima actividad cultural que realizan nuestros escritores está parcialmente protegida, habida cuenta la asignación de dichas funciones a determinados organismos estatales, que encuentran las dificultades propias de los estamentos burocráticos. La idea rectora del proyecto elaborado por Isidori, apunta justamente revertir este estado de indefensión y poner el control en manos de los verdaderos interesados, los escritores.
En la práctica, la contratación entre editor y escritor para la publicación de una obra, se realiza en forma directa y deja sin ninguna posibilidad de contralor posterior al autor, respecto del cumplimiento de las cláusulas contractuales, como por ejemplo la cantidad real de piezas editadas o sobre los aspectos relativos a la distribución y comercialización de la obra.
Estas dificultades de control, también se observan en el caso de los escritores extranjeros, que editan su obra en el país, o que la ingresan ya editada en el exterior, para su comercialización.
Si bien comparten la misma problemática, distinta es la suerte que corren los autores y compositores musicales (agrupados en SADAIC, reconocida por la Ley 17.684) y los autores dramáticos (agrupados en ARGENTORES, reconocida por la Ley 20.115), que ya tienen un marco legal creado para preservar sus derechos. Es justamente capitalizando la experiencia de su lucha, que se diseñó el presente proyecto de ley en beneficio de nuestros hombres de letras, con el objeto de permitirles que en su carácter de principales interesados, tengan una participación activa en el contralor y tutela de los derechos de autor.
Así, se propicia otorgar representación legal a una sociedad de gestión colectiva de reconocida trayectoria nacional e internacional como la SADE, de abultada capacidad moral y técnica. Sin dudas, esta asociación es el ente colectivo, que mayor representatividad gremial y cultural ejerce para las letras argentinas. Es una entidad civil sin fines de lucro fundada por Leopoldo Lugones en 1928, junto a los más prestigiosos representantes de las letras nacionales.